Aparecium

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viernes, 26 de julio de 2013

Un día al revés



Que día mas extraño el miércoles... Aunque el día anterior nos acostamos, todo contentos escuchando la historia y la música de los animales de Bremen, al despertar el día 24, bien temprano, era de noche y en lugar del desayuno teníamos la cena en el comedor (por cierto, unos huevos revueltos con jamón, ¡qué lujo!).

La Reina estaba detrás de esta treta. Nos hechizó con un día al revés, ¡qué lío! Buenas noches por la mañana, buenos días por la noche, desayunando a la hora de cenar. Si no fuera por el guardia personal, el As de Corazones de la Reina y la Escalera de Color con sus mejores soldados para protegerla nos habríamos revelado contra la tirana. Bueno, nos habríamos revelado un poquito, porque las locuras de la de Corazones molan  como la de ponernos el día la revés como un calcetín... y cuando se cabrea y grita ¡qué le corten la cabeza! tenemos que contener la risa, porque los soldados son cartas y no tienen fuerzas para alzar un hacha y pasan de obedecer sus órdenes. Si al final, hasta la vamos a echar de menos si logramos vencerla al final...

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